lunes, 17 de enero de 2011

REFLEXIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA

ACTIVIDAD 3. “Reflexión del reconocimiento de la práctica educativa en el campo educativo”
Continuamos en la reflexión de nuestro quehacer educativo.
Comenzaré con la primera interrogante del tema en cuestión:
¿Qué factores socioeconómicos y culturales han marcado mi práctica profesional?
Han sido por el momento varios factores los cuales han marcado y continuaran marcando mi práctica profesional como: desde el momento que considere mi profesión como un trabajo importante para ayudar a las personas con alguna discapacidad  que al principio desconocía como trabajar con ellos, pero siempre con  la mira de un  objetivo de  integrarlos a la sociedad, cambiar los conceptos que actualmente aun  se tiene  hacia ellos, para llegar a esa igualdad que solo se menciona verbalmente, (porque aún en familias me he encontrado que los esconden por medio a que  los demás se burlen o por vergüenza)  esto se da principalmente por la falta de  conocimiento  de cómo tratarlas.
Como menciona Freud  en lo que estoy de acuerdo al elegir una profesión: “considera que la prueba más inequívoca  del óptimo desarrollo de la personalidad viene dada por la capacidad de amar y trabajar de manera efectiva. Ello supone definir la noción de madurez de acuerdo con dos  de los valores propios de nuestra cultura: la capacidad de dar y provocar amor y la de ejercer un comportamiento productivo


 para sí  mismo y para la sociedad”.
Dentro del marco de la educación del siglo XXI, el tema de la cultura y valores marcan mi práctica profesional, en la que  retomo formar personas que sean capaces de resolver problemas cotidianos (independientes), porque la mayoría de nuestros alumnos son dependientes de sus padres de familia  por lo regular. Y puedan enfrentar los retos por sí solos.
Debido a lo anterior se realizan una serie de actividades que brinden la oportunidad de promover el desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores en los estudiantes. Pero que en ocasiones es difícil de llevar a cabo por la falta de colaboración y participación de todos los involucrados en la educación de los alumnos, ya sea por la falta de interés, recursos económicos, formas de pensar, etc.
Vivimos en una sociedad cada vez más plural y diversa, hecho que se evidencia esencialmente desde los años 60 y que está dando lugar a una sociedad multicultural y desigual que exige nuevos planteamientos políticos, económicos y culturales. Consiguientemente, el panorama educativo, no ajeno a estos fenómenos, está adquiriendo nuevas características que se traducen en la presencia en los centros escolares de grupos de alumnos cada vez más heterogéneos. Igualmente, el derecho a la igualdad social y educativa, el respeto a las características personales, de raza, etnia o religión imprimen cada vez más a la educación un carácter integrador y de acogida.
Las aportaciones sobre la diferencia y la diversidad de distintas disciplinas están dando énfasis en estos momentos a la necesidad de convivir en una sociedad plural. Así, la antropología social y cultural, tras analizar el concepto de cultura, plantea diversos modelos para llevar a cabo la práctica de una educación multicultural. La sociología de la educación estudia las desigualdades sociales y el papel que debería tener la escuela ante este conflicto. En el ámbito de la educación especial aparece un nuevo debate. Frente al tradicional enfoque de la misma centrado en el modelo médico y del déficit, aparece la necesidad. De dar una respuesta educativa constructivista/holista acorde a las demandas de las dificultades de aprendizaje de numerosos alumnos, derivadas de variadas necesidades educativas especiales (n.e.e).
En definitiva, planteamientos todos ellos que defienden la diversidad de grupos sociales y culturas que conviven en nuestros centros educativos, fruto del mosaico pluricultural presente en nuestra sociedad. A juicio de Marchesi y Martín (1998, 220): "la respuesta educativa a esta diversidad es tal vez, el reto más importante y difícil al que se enfrentan en la actualidad los centros docentes. Esta situación obliga a cambios radicales si lo que finalmente se pretende es que todos los alumnos, sin ningún tipo de discriminación, consigan el mayor desarrollo posible de sus capacidades personales, sociales e intelectuales".
Reto educativo que cabría plantearlo no tanto desde iniciativas orientadas a compensar las desigualdades con las que los alumnos acceden a la escuela, lo que denota medidas individuales centradas en propuestas de adaptaciones curriculares específicas, sino desde propuestas más amplias y globales que tienen como objetivo transformar la escuela para conseguir una mayor igualdad (Parrilla, 1992; Escudero, 1994a; Arnaiz y Herrero, 1998). Se trataría, en definitiva, de desarrollar procesos educativos coordinados en programas sociales y económicos, donde toda la comunidad educativa luchara por reducir los orígenes de la desigualdad, que generalmente se sitúan fuera de la escuela.
¿Cuál o cuáles son los hechos educacionales exitosos en los que ha participado?
En lo personal, el integrarme y aceptación de los demás colegas como un elemento más de la institución donde ofrezco mi apoyo. Desde el momento que se me consideran  para participar en todas las actividades de la misma,  como en actos cívicos, actividades extraescolares, planear de manera conjunta con los maestros regulares (de esta forma detonamos a los maestros de las primarias, secundaria o preescolar), realizar en conjunto con todos los involucrados en el proceso enseñanza-aprendizaje de los alumnos que presentan n.e.e;  las propuestas curriculares adaptadas y evaluaciones psicopedagógicas con el fin de cubrir al máximo sus necesidades una vez que cada involucrado establece compromisos. Sobre todo la comunicación constante con los maestros regulares, alumnos y compañeros del mismo centro de trabajo considero que ha sido un éxito fundamental en mi práctica para llevar todo lo anterior.


¿Cuál o cuáles  son los hechos educacionales no exitosos en lo que  me he involucrado?
Como en todo momento de la vida existen éxitos,  también existen  fracasos, los cuales nos fortalecen para mejorar profesionalmente: en mi caso muy personal en ocasiones me he encontrado con algunos maestros regulares que no aceptan el apoyo hacia sus alumnos con alguna n.e.e; por el simple hecho de que no quieren tener compromisos de ninguna índole, o más trabajo  bueno ellos así lo miran, otros no aceptan por que no quieren que uno entre a trabajar con los alumnos dentro del aula, por miedo a las críticas, a pesar que siempre se le dice con anterioridad la función que desempeña uno dentro de la escuela, para que no se queden con la idea equivocada de que los alumnos nos pertenecen, y no es el fin   entrar al aula a criticar, sino al contrario de fortalecer un trabajo. También me he topado con padres de familia que piensan que por recibir apoyo de educación especial sus hijos es algo malo, por la falta de conocer la función del servicio de USAER, en una escuela regular, en fin ante tales obstáculos se realizan actividades de sensibilización para la población en general de la institución.
 Amanera de conclusión somos profesionales realmente existentes, con prácticas reales, mejores o peores, pero visibles y evaluables. Obtenemos avances y mejoras, intervenimos y somos reclamados por una creciente demanda social; los intentos de aprovechar una supuesta inseguridad asociada a problemas concretos - posición inestable de mediación, dificultades de formación y reclutamiento,..... - no pueden convertirnos en veletas, a merced de los vientos académico o político-administrativos que en cada momento soplen.
Somos los profesionales cuyo objetivo de trabajo es el comportamiento humano en situaciones educativas y sólo mejorando nuestro desempeño, definiendo y perfilando nuestro rol, participando en las organizaciones e iniciativas profesionales, reflexionando y compartiendo nuestras reflexiones a través de las plataformas de expresión educativas y profesionales, avanzando en nuestra formación e investigando hipótesis de mejora, será como consigamos continuar nuestro desarrollo profesional y prestar un mejor servicio a la comunidad educativa y social en que nos desenvolvemos.

Editado por: Ma. Isabel Muñoz Gallegos




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