lunes, 17 de enero de 2011

LA MEDIACIÓN PEDAGÓGICA

LA MEDIACIÓN PEDAGÓGICA POR COMPETENCIAS
La mediación pedagógica es un elemento fundamental como parte de las competencias básicas docentes ya que al implementar la clase,  el rol fundamental del maestro es demostrar con sus desempeño que es capaz de ayudar en forma indirecta al alumno a aprender de manera significativa, partiendo de sus conocimientos previos, motivando la construcción del conocimiento, la reflexión y transferencia de lo aprendido, y brindando ayudas cuando el aprendiz ya no pueda avanzar por sí sólo, además de favorecer la cooperación y un ambiente propicio en el aula. Indudablemente la función del maestro hoy en día ha cambiado poderosamente, de ser el transmisor del conocimiento, hoy su papel adquiere otras dimensiones: la de mediador y formador.

[1]La mediación  es una estrategia de intervención, en el manejo de problemas interpersonales, en contextos escolares y sociocomunitarios como una acción educativa desde la perspectiva del modelo potenciación.

Este modelo se expresa como un estilo de intervención que tiene en cuenta los aspectos biográficos vitales de la persona, es decir se adentra más allá de la máscara del rol de alumno o profesor para identificar y distinguir los problemas de las personas en su contexto y la relación de ayuda a través del encuentro interpersonal. ¿No es el proceso de mediación un encadenado de encuentros interpersonales? Además desde nuestro enfoque hemos diseñado la aplicación del programa de mediación como un sistema de ayuda que se irá completando y desarrollando con el tiempo con otras medidas como las que se van desarrollando: banco de tiempo, alumnos consejeros, grupo de autoayuda entre profesores, grupo de círculos de calidad. Todos estos procesos de relaciones de ayuda implican un período de formación para los profesores, alumnos y padres/madres y que necesitan un enfoque coherente para su puesta en práctica. La etapa  de formación  que requiere estas plataformas, las praxis de procesos de ayuda mutua son expresiones que en el ámbito de la comunidad educativa del centro se traduce en procesos de aprendizajes. Hay que pensar que el proceso de cambio en la comunidad es lento hasta que se consiga crear una cultura de diálogo  que fomente la  actitud constructivista ante los conflictos. Para ello es mejor empezar por ir generando una educación socio-afectiva que enmarque  todas las estrategias  de intervención.

Entendiendo la adolescencia como una etapa para la formación de la identidad personal y visto el encuentro de mediación  desde el momento ABC tenemos que en nuestro escenario  compuesto por dos actores grupales que poseen la oportunidad de generar  una participación activa. Esta participación se concentra en la libre exposición de actividades psicosociales significativas  para cada uno de ellos, porque  desean ayudarse entre sí;  de refuerzos positivos por participar voluntariamente al ser reconocidos socialmente por otras instancias como profesores, tutores y alumnos. Para los mediadores se establece un campo experimental para el aprendizaje de las habilidades de comunicación, y el desarrollo de la responsabilidad de todos los actores involucrados. Con un valor añadido, el desarrollo de la conciencia crítica  sobre el papel significativo de los propios comportamientos comunicativos sobre sí mismos y con relación a los efectos que tiene en los demás  en el contexto educativo. Los encuentros de mediación son una bañera para la reflexión crítica ligada a los significados personales desde la propia autonomía individual o grupal. El resultado del encuentro  de mediación puede traducirse en la formación de  vínculos positivos  con la institución escolar apoyada en la pedagogía del diálogo como metodología  de resolución pacífica de problemas anclados  en la vida cotidiana  del centro educativo.

Hoy el centro de aprendizaje es el alumno, el maestro tiene como función la mediación pedagógica entre el conocimiento, el medio y el alumno. También es importante una buena comunicación en la educación, y para que exista los docentes deben echar mano a sus recursos personales, psicológicos y pedagógicos, habar “el mismo idioma” de los alumnos y adaptase a ellos, (sin olvidar enseñar nuevas palabras claro, pero sin asumir que las conocen) además de fomentar el que ellos también participen en este proceso, dejar tiempo a la reflexión y los comentarios, si esto se logra entonces habrá una construcción de significados y un mejor aprendizaje. Para fundamentar lo anterior, la  intervención del docente para desarrollar competencias particularmente para orientar el aprendizaje de la lengua y el desarrollo de competencias comunicativas, se basa en  (transmitir información, administrar tareas y corregir el trabajo de los alumnos).

Además es necesario que el trabajo educativo lo encaminemos a brindar un referente conceptual común tomando en cuenta  las  características de los alumnos, su proceso de aprendizaje, la diversidad, capacidades, ritmos y estilos de aprendizaje, etc. para orientar la organización y desarrollo del trabajo, así como la evaluación del aprendizaje y de las formas en que se propicia. Son varias las responsabilidades de nosotros como docentes, que  tratamos de cumplir al máximo,  con el propósito de aprovechar mejor los programas de estudios de cada asignatura se nos sugieren: incorporar los intereses, las necesidades y conocimientos previos de los alumnos, atender la diversidad, promover el trabajo grupal y la construcción colectiva del conocimiento, diversificar las estrategias didácticas (trabajo por proyectos), optimizar el uso del tiempo y del especio, seleccionar materiales adecuados, impulsar la autonomía de los estudiantes y evaluación. En lo personal ciento que estas situaciones que se acaban de mencionar  las hemos realizado de alguna u otra manera, por ejemplo en educación especial, se ha atendido la diversidad, se toman en cuenta las necesidades e intereses de los alumnos, entre otros, he aquí un ejemplo mediador utilizado en (USAER): Propuesta Curricular Adaptada, utilizada en el trabajo de educación especial, no como una herramienta que sirve para hacer adecuaciones significativas, sino como una mediación pedagógica que sirve como punto de encuentro y de diálogo personalizado, útil en el apoyo del trabajo cotidiano de educación especial con la escuela regular.

Un elemento fundamental para dar seguimiento y atención a los niños con N.E.E.  es la Propuesta Curricular Adaptada  (PCA), y es, en esta propuesta donde la  “palabra”  utilizada en la “comunicación” toma un gran sentido integrador, inclusivo, social, ético  y cultural,  “no se afirma solo que los humanos hablamos, que utilizamos una habilidad llamativa y surgente como es  el lenguaje. El lenguaje histórico que cada uno hablamos es la manifestación concreta de ese ser de palabra. La Propuesta Curricular Adaptada es una oportunidad comunicativa y educativa, simplemente porque en esta práctica, en donde los especialistas, padres de familia, director u otra persona involucrada se hace  de la  “PALABRA”  para determinar las necesidades, fortalezas, propósitos, adecuaciones, el tipo de ayuda y seguimiento que debe tener un niño con N.E.E. la  palabra en el contexto de la P.C.A. está en términos de hacer el bien, ese bien está plasmado en los acuerdos de trabajo, de parte de todos los involucrados en ese acto comunicativo.

Es en este  “acto comunicativo”  donde la palabra toma los valores del respeto, compromiso, aceptación del otro, interés por el otro; es decir el reconocimiento de YO y TÚ, así como también del acuerdo pedagógico e inclusivo, ético y cultural.




La palabra es la expresión más significativa de un ser humano denominado "PERSONA" y es en este encuentro en donde la palabra se humaniza, se perfecciona y se embellece. Es entonces en la Propuesta Curricular Adaptada, en donde la palabra toma sentido de mi YO, con aquel niño o niña que presenta necesidades educativas especiales. Ponerme en el lugar del otro, con N.E.E. para reconocer mi propio YO, me ayuda a plantear adecuaciones y estrategias de trabajo con sentido ético-humano-personalizado.

“Si la práctica de la educación especial no fuese conforme a la dignidad de la persona humana, tal actividad no podría calificarse como educación… es interesante sin embargo señalar que también en la educación especial tiene sentido la orientación básica hacia la Obra Bien hecha en tanto es camino hacia el mundo de los valores."

Reconocer la dignidad de la persona a través del diálogo y encuentro dentro de la P.C.A. no es tarea fácil, la razón es que la educación de corte oficialista se ha olvidado de esos detalles. Es por ello que debemos retomar esta práctica laboral, tan monótona y despersonalizada, para convertirla en una herramienta para reconocer fortalezas de la misma persona en comparación con su misma naturaleza. Viéndolo así, el trabajo educativo e integrador, se eleva a un nivel más inclusivo y personalizado.

Víctor García Hoz aclara: La noción de persona lleva implícita la idea de dignidad, por significar lo más perfecto de la naturaleza. Y junto con la idea de dignidad la de concreción (unidad) y singularidad. La noción de persona humana incluye en sí la naturaleza del hombre, pero no en abstracto, sino en la realidad concreta, de cada hombre y mujer individual.

Es entonces en la Propuesta Curricular Adaptada (P.C.A.), en donde los involucrados, maestro regular, maestro especial, especialistas, padres de familia directores y el mismo alumno deben estar en empatía comunicativa, y en un estado de "encuentro", para poder plasmar estrategias o adecuaciones en un nivel YO-TU; TU-YO.
Es en este engrane pedagógico de la P.C.A., en donde debe existir la comunicabilidad, como un elemento fundamental para poder reconocer, primeramente a la persona con N.E.E. y después reconocer la cultura, que es la misma, en la cual, uno mismo está y vive.

Es en definitiva como nos dice Walt Witman (1819- 1892), el 20 de canto de mí mismo, nos dice en uno de sus poesías: “En todos los hombres me veo, ninguno es mayor ni menor que un grano de cebada, y lo bueno o malo que digo de mí mismo de ellos lo que digo”.


Concluyendo, podemos decir que la P.C.A- es una oportunidad, "personalizante", ya que la dinámica, a través de la palabra, hace que nosotros mismos nos reconozcamos como seres de palabra, seres culturales, seres trascendentales, seres persona.




[1] Costa Caballinas, 2005.
En la elaboración de la PCA y seguimiento de la misma, debe estar presente lo que nos dice Walt Witman, esto nos hará recordar los conceptos plasmados en el artículo primero de la declaración de los derechos humanos: igualdad, dignidad y libertad.

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